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8 mayo, 2025
El sector hospitality cuenta con muchos anglicismos técnicos ampliamente conocidos: front desk, check-in, room service, guest service, revenue management, housekeeping… pero hoy vamos a profundizar en uno de los esenciales para un profesional del sector: las soft skills. ¿Qué son? ¿Por qué son importantes las soft skills dentro del sector hospitality? ¿Cómo se pueden adquirir?
Las soft skills o habilidades blandas se definirían como aquellas que una persona adquiere mediante la experiencia y la interacción con otras personas. Son habilidades interpersonales vinculadas a los valores, la empatía, la comunicación o la inteligencia emocional, entre otros.
En el sector hospitality son especialmente importantes, ya que se trata de un sector con un amplio y constante contacto con personas, ya sea en la recepción de un hotel, en la sala de un restaurante, dentro de una cocina, etc.
Estos son solo algunos ejemplos de las más relevantes en este sector: responsabilidad, ética, multiculturalidad, trabajo en equipo, honestidad, resolución de conflictos, empatía, confianza, pensamiento crítico, comunicación, idiomas, gestión del estrés, resiliencia, proactividad, etc.
Learning by doing, la clave del aprendizaje de las soft skills
Las habilidades blandas no se aprenden en un contexto teórico. Si bien la parte teórica es importante, enseña otro tipo de conocimientos que también son esenciales para ser un profesional del sector hospitality. No obstante, la forma de adquirir soft skills es a través de la experiencia directa y la interacción continua con clientes y compañeros de equipo.
Muy demandadas por los reclutadores del sector, las habilidades blandas se desarrollan gracias a la práctica constante y al aprendizaje en entornos reales. En EUHT StPOL, nuestro alumnado empieza a adquirirlas desde el primer día, gracias a nuestra metodología y nuestro hotel-escuela, que les permite tratar con clientes reales desde el primer día.
¿Por qué son importantes las soft skills?
Además, permiten destacar en situaciones donde se requieren habilidades más allá de la parte teórica. Por ejemplo, saber resolver una queja de un cliente con empatía y eficacia puede marcar la diferencia entre una experiencia negativa y una fidelización a largo plazo. En un entorno tan competitivo y demandante, estas habilidades pueden ser clave para construir una reputación profesional sólida.
Una buena forma de fortalecer las soft skills es mediante programas de formación, prácticas profesionales o voluntariados. Participar en equipos multiculturales, asumir responsabilidades en proyectos o enfrentarse a desafíos reales son grandes oportunidades para desarrollar estas competencias. En resumen, se trata de aprender haciendo y de estar abierto al feedback constante.