Reinventarse o morir, dicen.
¿Reinventarse o morir? Hablaremos de un antes y un después de esta crisis. No hemos tenido margen de maniobra. A las puertas de Semana Santa, de aperturas de establecimientos hoteleros, de restaurantes, tiendas… el coronavirus ha paralizado toda actividad turística.
Seguro que a medio o a largo plazo encontraremos nuevas opciones de negocio con una mentalidad nueva dispuesta a responder a las inquietudes del cliente. Nuestro sector está en continua innovación y siempre se deben encontrar fórmulas para destacar de la competencia, basándonos en calidad, buen servicio y en experiencias.
“Puede que la parte positiva de todo esto sea la opción de consumir más de forma interna, poniendo en valor la oferta turística nacional y de proximidad”
¿Cómo se preparan para el “después de”: qué piden a instituciones públicas, organismos privados y qué le piden al consumidor/cliente?
A las instituciones públicas les pedimos que rebajen la presión fiscal a la que estamos sometidos, que abran líneas de crédito con interés 0, que nos aplacen, fraccionen y rebajen los impuestos municipales y que busquen medidas económicas que beneficien al sector.
A los organismos privados, que sean flexibles con los consumidores, que permitan la renegociación de pólizas, créditos, préstamos, hipotecas… A los clientes, que vuelvan a depositar su confianza en el sector hotelero y turístico.
Mirando hacia el futuro, esto nos habrá ayudado a…
De momento es pronto para predecir lo que va a pasar, pero puede que la parte positiva de todo esto sea la opción de consumir más de forma interna, poniendo en valor la oferta turística nacional y de proximidad.